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LA
TECNOLOGIA DE LOS DIOSES
(Diario
del Mas Allá)
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Si repasamos los textos sagrados de
casi todas las religiones del mundo, veremos como, de madres
estériles, ancianas, incluso vírgenes, nacen hijos que finalmente
terminan siendo Caudillos, científicos o seres capaces de
dirigir un cambio histórico, social o religioso. ¿Cómo es posible
tal milagro? Pues la respuesta está en el dogma o el misterio,
tan prodigado por la religiones al uso, o bien tenemos que entrar en
otras hipótesis más lógicas, aunque no por ello menos
asombrosas. Me estoy refiriendo al tutelaje, siembra y seguimiento
que nuestros Padres Genéticos venidos del espacio, han propiciado
sobre nuestra raza. Nos guste o no, somos el resultado de una
siembra de genes venidos de varias galáxias que producirá en el
futuro un mestizaje muy curioso y en todo caso insólito. ¿Es este el
modelo de vida en el Universo? Probablemente sea así. Sobre
todo si comparamos el propio modelo terrestre de las colonias y del
mestizaje de las naciones en los descubrimientos de las razas de los
diversos continentes.
Hasta aquí, lo que a mi entender
resulta ser el proceso del origen humano sobre el planeta,
pero quiero contaros una experiencia en meditación que puede
darnos otras respuestas, no tanto al modelo físico, sino a la
mecánica propia del espíritu del Ser en su devenir y en su paso por
esta reencarnación:
Vi un planeta donde la evolución era
absolutamente impensable para el ser humano. La raza que allí
habitaba, semejante al hombre, totalmente antropomórfica, de pelo
rubio y de talla alta y espigada, observaba una ley basada en la
Paz, la Justicia y el Amor. Se trataba de un planeta donde no había
noche, puesto que en su sistema Solar había dos Soles en los
extremos del mismo. De tal manera que cuando salía un Sol, se ponía
el otro, haciendo que la vida fuera en plena luz, tanto física como
espiritual.
Había un templo o una especie de
universidad donde los científicos, que dirigían el planeta
estudiaban en armonía, produciendo un progreso impensable para el
hombre. La escena, no obstante estaba referida a un joven de rasgos
alegres y bellos que había sido llamado a una entrevista con el Ser
Superior que de una u otra manera regía su destino, o en todo caso
conocía los misterios del espíritu.
-
Hijo mío; deberás
prepararte y estudiar la Genética y Biología y el comportamiento de
las especies de la Galaxia, puesto que cuando acabe tu ciclo entre
nosotros tendrás que reencarnar en la Tierra.
El muchacho puso una cara de espanto y
de contrariedad, a la vez que replico:
-
Maestro ¿Tan malo he sido
que el Consejo me castiga con tal destino?
-
Deberías dar gracias a la
Suprema Inteligencia por haberte designado para tal tarea, puesto
que además de ayudar a los seres humanos, tu evolución tendrá una
aceleración extraordinaria.
-
Pero el peligro de caer y
de no retornar a mi casa, mi familia y mi pueblo es enorme. Los
maestros nos han mostrado la vida en la Tierra y su estado evolutivo
es propio del reino animal. En esta raza no se practica ninguna
virtud y están en proceso de auto-aniquilamiento. ¿Cómo puedo yo
ayudar, sin peligro de morir en el espíritu?
-
El Consejo ha previsto que
nazcas en el tiempo preciso y con los medios necesarios para
realizar una misión, que llevara a los hombres a un mayor estado de
conciencia. De antemano te diré que morirás en la materia entre los
seres humanos, que no aceptarán tu filosofía, pero pasado unos años,
después de muerto serás venerado por que lo que les enseñaste
dio un fruto maravilloso entre los jóvenes, que propiciarán un
cambio.
La escena, más o menos rica en
detalles, recogía la idea de que un ser elevado de un planeta
superior debía reencarnar entre los hombres, como lo hicieran antes
otros profetas y enviados y rompiendo los dogmas y atavismos
de la incultura de nuestra raza, tenía que propiciar un ascenso
evolutivo a cuenta de su sacrificio y muerte. En la meditación veía
que este modelo se había repetido cientos o miles de veces en
nuestro planeta. Comprendía la lógica de los dioses en su afán de
intervenir entre nosotros, no con sus naves interplanetarias, sino
haciendo un supremo sacrificio que pocos pueden entender.
Lo curioso es comprobar la
paradoja del tiempo, puesto que yo veía al joven del planeta varios
miles de años atrás y por otra parte le veía que esa reencarnación
se estaba dando ahora entre nosotros. ¿Cómo había podido pasar tanto
tiempo?
El mismo maestro que había visto hablar
al joven de la visión me dijo:
-
El espacio y el tiempo de
los distintos universos no son iguales, Hay universos que en forma
paralela al vuestro, viven en el pasado o en el futuro de
vuestro tiempo.
Aquella explicación me parecía
simplemente complicada, pero estando elaborando este reproche en mi
cerebro, el maestro me hablo sin mover los labios:
-
El espacio y el tiempo
solo existen si los percibe la conciencia. Imagínate que junto a ti
vive un esquizofrénico, que se cree que es Julio Cesar. Tu vives en
el siglo XXI, pero el está viviendo en el tiempo de la antigua Roma
y a la vez sois percibidos por mí que estoy en la dimensión astral y
que ahora me asomo a tu meditación. Tú estás en tu espacio y tiempo,
¿Pero sabes dónde estoy yo? Evidentemente no estoy en tu
espacio, aún asomándote a tu tiempo.
Aquellas explicaciones me daban más
elementos de confusión. Yo lo entendía en la meditación, pero me
resulta imposible expresarlo con palabras. Quizás deba dejar este
tema para más adelante, puesto que el objeto de este relato no es
entrar en disquisiciones metafísicas.
-
Este joven que has visto
ha tomado cuerpo en tu planeta hace unos años. Será un líder
extraordinario con una fuerza inusitada. Para vosotros sería
la reencarnación de Hércules, el mito de la Fuerza, la Nobleza y el
valor.
Luego vi claramente una fecha en mi
cerebro. 14.8.1987. Me parecía una fecha familiar. Pero me
sorprendía que pudiera ver con tanta nitidez la fecha en mi
cerebro, que, por otra parte, asocié al nacimiento del niño.
Luego vi al joven de mayor. Yo ya
había desencarnado del planeta y lo podía ver desde otra dimensión.
Era un ser fuerte, decidido y noble, como me había anunciado el
maestro. Pero lo que me sorprendió es ver sobre su cerebro una
especie de lengua de fuego, o bola de color rojo que hacía de
trasmisor con una astronave que le seguía desde lo alto. Los
seres humanos que vivían junto a él, no veían ni la lengua de fuego
ni la nave. Al parecer vibraba en otra dimensión. Sin embargo, hacía
de perfecto trasmisor con los dioses y en consecuencia la mayoría de
los actos, inspiraciones y verbalizaciones de aquel ser
estaban controladas desde lo alto.
Pero no solo pude ver al joven, sino a
otros tantos seres que ahora mismo, en este tiempo, y en
tiempos antiguos tenían las mismas lenguas de fuego. Vi con cierta
frustración que la mayoría de los seres que han cambiado la vida del
hombre desde la sabiduría y la ciencia, han tenido los mismos
?aparatos? impuesto por los dioses. Vi que ahora mismo hay varios
cientos de miles de estos aparatos sobre personas inconscientes que
al parecer están dando un impulso al mundo. Son seres que no se
interesan por el fútbol, la droga, los valores de la actual
Humanidad, sino que viven la virtud, el esoterismo, la alimentación
adecuada, la meditación. etc. etc.?. El maestro me dijo:
-
Como dice vuestro libro
sagrado, Los elegidos están todos contados y anotados en el libro de
la vida. Ellos son nuestros ojos, nuestros oídos y nuestras
bocas. Ellos harán el cambio deseado en el tiempo.
Desgraciadamente no sé donde vive ahora
este joven que tendrá diecinueve años, pero sé que
existe.
Luego en casa, levanté la carta natal
del 14.8.1987 y me quedé asombrado y maravillado, puesto que en ese
día la mayoría de los planetas están en un gran trígono de fuego,
que daría un ser como lo había descrito el maestro en la
meditación. Pero me parecía aún más maravilloso que un ser de
otra Galáxia reencarnara en nuestro planeta en un tiempo y con una
carta astral que, de una u otra manera, hablaba de una
extraordinaria herramienta para hacer su misión. ¡Que tremenda
precisión tiene el Cosmos o la Suprema Inteligencia para mover sus
peones de carne de acuerdo a una ley lógica y desde otro espacio y
tiempo!
Por supuesto que ese tiempo me
resultaba familiar puesto que en esos días se celebró la
?Convergencia Armónica? fecha que el Calendario Maya la cita
como el comienzo de un cambio extraordinario en el mundo. Es el
momento preciso en que los ciento cuarenta y cuatro mil danzadores
del Sol enrollarán su serpiente emplumada (aura) en su cuerpo y
comenzarán a trabajar para llegar al final de esta civilización en
el 2012, fecha en que precisamente acaba el calendario Maya y donde
comienza la ?Era de las Flores?.
Y en igual medida retomé la lectura del
libro de Preston B. Nichols, ?Encuentro en las Pléyades? que habla
de estos alucinantes implantes, o ?lenguas de fuego? que al parecer
son ahora mismo una realidad entre nosotros.
Realmente los ?dioses? tienen un
tremendo control sobre nosotros al margen de nuestra
ignorancia que no puede ver donde ven los ojos del espíritu y que no
podemos escuchar los sonidos del alma. Realmente la tecnología de
los dioses es absolutamente alucinante y fuera de la comprensión
humana.
La venida
del Espíritu Santo
2:1 Al llegar el día de
Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
2:2
De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de
viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban.
2:3 Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego,
que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
2:4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les
permitía expresarse.
2:5 Había en Jerusalén judíos
piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.
2:6 Al
oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro,
porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
2:7
Con gran admiración y estupor decían: "¿Acaso estos hombres que
hablan no son todos galileos?
2:8 ¿Cómo es que cada uno
de nosotros los oye en su propia lengua?
(Encuentro
en las Pléyades de Preston B. Nichols)
Igual que hablamos de abducciones
físicas y astrales, también existen implantes tanto físicos como
astrales. En el transcurso de mi trabajo, he llegado a ver una
unidad de pensamiento colocada en el campo áurico que rodea el
cuerpo de una persona. Éste es un típico implante astral, que actúa
como una entidad propia cuando transmite sus influencias o datos de
lecturas.
Los implantes físicos se pueden
desglosar en dos categorías: inertes y biológicos. Un implante
inerte o puramente físico es un trozo de metal, de cristal, un chip
de silicona u otra sustancia que es insertado en el cuerpo. Este
tipo tiene como objetivo transmitir directamente al sistema nervioso
del sujeto. No hace mucho tiempo descubrí que muchos de estos
implantes son biológicos. Cuando escogen a un sujeto para un
implante biológico, toman una muestra de su estructura celular. Los
abductores realizan entonces algún tipo de manipulación genética del
ADN y de la estructura celular, hacen un cultivo y fabrican un
receptor-emisor con la materia biológica. Esto suena bastante
vanguardista, pero no existe ninguna investigación científica que
indique que un material biológico no pueda ser configurado para
fabricar un receptor-emisor de radio. Allí donde un aparato normal
tendría cables, la versión biológica utiliza estructuras celulares
biónicas que sustituyen a los cables y otros circuitos.
Se ha descubierto un implante que
normalmente se inserta en el cuerpo masculino justo encima de las
gónadas. No estoy seguro de dónde iría su equivalente en el cuerpo
femenino. El objetivo del implante es transmitir cuando el sujeto
está sexualmente excitado. Si no llega a excitarse, no hay
transmisión.
Aunque estos implantes suelen estar
relacionados con la sexualidad, no siempre es así. Descubrí un caso
en que este tipo de implante también estaba conectado con el centro
óptico del cerebro. En otras palabras, al pasar la mano por delante
de los ojos y la cara del sujeto, la transmisión del implante
cambiaba.
Un ejemplo gráfico y extraño de un
implante biológico salió a la luz cuando una persona de Brooklyn me
vino a ver porque quería que le hiciera una revisión para ver si
llevaba implantes. En esa época yo utilizaba analizadores de
espectro, osciladores de inclinación magnética (se trata de un
aparato que busca redes de resonancia) y otro equipo para detectar
implantes que lleva circuitos de radio. Al pasar una sonda FR
(frecuencia de radio) por su cuerpo, vi que aparecía una señal
cuando llegaba a la zona del abdomen. Si alejaba la sonda, la señal
disminuía y casi desaparecía del analizador de espectro.
Naturalmente, cualquiera que trabaje en electrónica sabe que los
analizadores de espectro no son tan precisos, así que tuve que poner
la señal a «pulsación cero». Esto significa que coloqué la señal en
un analizador para que pudiera ser emparejada con la señal
transmitida a través del cuerpo del individuo y ser así
identificada. Quería descubrir la frecuencia real del implante, y lo
hice. ¡Sorpresa: era la misma que la del canal 25 de televisión de
Brooklyn! Fue un descubrimiento bastante sorprendente e increíble.
Entonces convertí la señal para poderla leer en un monitor de
televisión. Efectivamente, era el mismo canal 25 y podía verlo en la
pantalla. Esta persona en realidad estaba interceptando el canal 25
de Brooklyn y lo volvía a emitir. Su implante tenía la misma
frecuencia exacta, pero también había una rareza técnica muy
extraña. Este receptor-emisor implantado actuaba a la manera de lo
que se conoce como un repetidor simplex (unidireccional). Se trata
de un artilugio que tiene un receptor que recibe la señal, después
hay un tiempo de espera, y a continuación se transmite la señal. Se
llama repetidor porque repite la señal. El implante de ese hombre
era desconcertante porque tanto el receptor como el transmisor
funcionaban a la vez. Puede que esto no le suene raro al lector
medio, pero como experto en electrónica yo estaba perplejo. Nunca
había visto un aparato así ni sabría cómo construir uno igual.
Después de reflexionar un poco sobre el
tema, me di cuenta de que alguien había instalado un sistema muy
ingenioso. En realidad habían montado sus transmisiones implantadas
encima de las del canal 25. Si alguien se acercaba lo suficiente con
un detector de radio y captaba la señal, automáticamente asumiría
que se trataba del canal 25 y no le daría más importancia, ya que el
sujeto pasa la mayor parte del tiempo por esa zona. La información
visual viaja por lo que se llama un impulso sincronizado. O más
específicamente, se desplaza por dirección descendente, por debajo
del impulso. Habían montado la transmisión utilizando otro aspecto
del impulso para transmitir su información. Lo mínimo que se podía
decir es que se trataba de una emisión clandestina.
Después de que este hombre se diera
cuenta de que tenía algún tipo de receptor-emisor implantado en su
cuerpo, se ofreció voluntariamente a pasar por rayos X. Aunque se le
realizaron varias radiografías, no pudimos descubrir ningún
implante. Después le practicaron una resonancia magnética, que
reveló la existencia de una bolsa de tejido donde no debería haber
ninguna. Era simplemente un depósito de grasa. Eso es todo lo que el
médico dijo sobre el tema. Cuando me di cuenta de que la sangre es
una solución salina que actúa como buena conductora, el patrón quedó
claro. Los vasos sanguíneos llegaban hasta la zona de la ingle, que
actuaba como una antena para el implante. Su combustible era
biológico y, a efectos prácticos, estaba vivo.
Existe otro tipo de implante que
estamos viendo últimamente, parte del cual actúa como un ordenador
portátil y está situado debajo del esternón, en el centro del tórax.
Sobre el corazón, a la izquierda, justo donde está el esternón, a
veces se descubre un chip. Éste actúa como el CPU o unidad de
procesado central del implante.
Almacena la memoria y los programas que
serán activados. Al final de la caja torácica se encuentra el
implante biológico que es el receptor-emisor. Recibe señales y las
envía al chip de la CPU en la parte superior de las costillas. Todo
ello está conectado mediante un cable increíblemente fino a otro
chip en la base del cuello. Se trata de la interfaz neuronal que
conecta con la columna vertebral y el cerebro.
Este implante está regulado por un
grupo de cinco electrodos para cada nervio. A medida que el impulso
nervioso desciende por la neurona, un electrodo lo percibe. Otro
cancela el impulso. Un tercero volverá a insertar el impulso
nervioso previo u otro nuevo. Los otros dos electrodos que he
mencionado son simplemente instrucciones opuestas concebidas para
anular los impulsos descritos. De esta manera se puede acceder a
toda la «red neuronal» y el implante tiene acceso total a las
funciones motoras del ser humano. Todo muy sofisticado.
Las investigaciones adicionales han
demostrado que las emisiones en la banda de alta frecuencia revelan
una pulsación de interpretación imprecisa que se parece a los
patrones indicados por la información neurológica que acabo de
describir. Puede que ésta sea la señal utilizada para transmitir a
este tipo concreto de implante, pero por el momento no estoy
totalmente convencido.
La razón de que no descubriera antes
este implante es que deja de funcionar si se intenta sondear la red
neuronal para detectarlo. Afortunadamente me encontré con un joven
cuyo implante al parecer era defectuoso y no dejaba de funcionar.
Inmediatamente lo escaneé y descubrí un conjunto de implantes. Ante
mi sorpresa, descubrí que podía sintonizar con los implantes y
llegar directamente a la CPU a través de una función empática que
precisamente responde a los códigos que yo conocía de Montauk. Pude
desconectarlo, volverlo a conectar e incluso escanear algunos de los
programas y memorias que habían sido grabados. Pasó mucho tiempo
antes de que recordara que yo también había diseñado algunas de sus
partes. Yo formaba parte del equipo que lo creó. El implante había
sido desarrollado en Montauk, con mi ayuda. Ello explicaba el por
qué podía conectar o desconectar el dispositivo a voluntad. Los
circuitos me reconocían.
Siempre me gusta pensar que yo no
estuve involucrado en una actividad tan nefasta como ésa, pero he
tenido que enfrentarme a la verdad y confesar. Yo fui uno de los
miembros del equipo de comprobación y programación de Montauk. Eso
también pone otro tema sobre la mesa: ¿fui programado? Me he tenido
que plantear esta cuestión en numerosas ocasiones. Mi respuesta es
«sí». Fui programado y probablemente todavía lo esté, en cierta
medida. Es por ello que trabajo con personas y realizo
investigaciones. También cuento con un grupo de psíquicos que siguen
mi trayectoria para asegurarnos de que trabajo para el bien de las
personas implicadas y no llevo a cabo ningún tipo de programación
gubernamental. Soy muy consciente de ello y me preocupa este aspecto
de mi ocupación. A veces siento que puede que sea el único capaz de
realizar este tipo de tarea porque quizá sea el único que se ha
salido de un proyecto gubernamental y que es capaz de realizar este
nivel de desprogramación. Y si hay que desprogramar a alguien, antes
hay que saber cómo se hizo el programa original. En muchos casos, sé
cómo «abrir» a las personas porque yo ayudé a programarlas.
Me encantaría que alguien que conozca
estos métodos me desprogramara, pero no he logrado encontrar a nadie
de confianza y disponible que esté dispuesto a aprender los métodos.
También tengo que ser extremadamente consciente del tema seguridad.
Existen otros implantes aparte de los
que ya he descrito. Por ejemplo, hay toda una categoría de implantes
cuyo objetivo es detectar señales de un punto exterior y volver a
transmitir en esa dirección. Estos implantes pueden estar colocados
en todo el cuerpo, pero lo más frecuente es detrás de la oreja
izquierda. Este tipo se parece a una astilla de cristal o piedra
negra con unas rayas. Se trata de tecnología muy avanzada y la
utilizan los alienígenas para localizar a sus abducidos. Estos
implantes no afectan necesariamente el proceso cognitivo. Se trata
de transponedores, mediante los cuales se transmite una señal desde
una base. El implante la reconoce y responde con otra señal. Con el
equipo adecuado, el abducido puede ser localizado.
De vez en cuando el cuerpo del abducido
rechaza estos implantes y van subiendo hasta la superficie. Un
abducido informó de un cristal que le salió de la frente, mientras
que otro vio uno saliéndole del pene. Creo que los implantes
gubernamentales practicados en la zona genital están basados en el
diseño alienígena original.
Después de descubrir implantes en el
escroto, el pene y la vagina, empezaron a comprender por qué lo
hacían así los alienígenas y comenzaron a realizar los suyos. El
siguiente paso fue añadir algo al diseño y fabricar su propia
estructura de implantación. La parte del cuerpo donde están
colocados estos implantes depende de lo que se este controlando o
que estructura nerviosa se supone que ese implante tiene que
interferir.
Estos aparatos normalmente parecen una
piedra y casi todos tienen forma de lágrima. Los lados son rectos,
con medias lunas en la parte delantera y trasera. Normalmente están
colocados en el tejido y allí se dejan. A veces se encuentran cables
que salen de los implantes, normalmente sujetos a los ganglios
nerviosos. No estoy seguro de qué potencia tienen estos implantes
cristalinos, ya que no he podido captar las señales que emiten.
No son éstos los únicos implantes, pero
espero que con lo dicho el lector se pueda hacer una idea de lo
complejos e intrincados que pueden ser. A continuación examinaremos
el tema de cómo detectarlos y eliminarlos.
DETECCIÓN
Y ELIMINACIÓN DE IMPLANTES
Existen muchas maneras de detectar
implantes físicos. Se puede escanear físicamente al sujeto con la
más avanzada tecnología de resonancia magnética. También se pueden
captar mediante diferentes tipos de equipo electrónico. Quizá la
manera más fácil sea la de escanear psíquicamente el aura del sujeto
en cuestión.
Un implante siempre creará un desajuste
en el aura de la persona porque cualquier objeto que no pertenezca
al cuerpo se manifestará como una turbulencia áurica de algún tipo.
El aura es el campo electromagnético que rodea al cuerpo humano.
También la podríamos definir como la interfaz entre el espíritu y el
cuerpo. Algunas personas son capaces de ver el aura con toda
naturalidad. Yo personalmente puedo escanear la parte frontal del
cuerpo de una persona con las manos y detectar anomalías en el campo
áurico. Ello revelará no solamente la existencia de un implante,
sino también en qué parte del cuerpo está situado.
Soy consciente de que la mayoría de
practicantes no disponen del equipo electrónico o médico para poder
detectar los implantes. En cambio, muchas personas son capaces de
escanear el aura, y las personas intuitivas que estén interesadas en
ello pueden adquirir esa facultad.
Puede empezar por pasar las manos por
un cuerpo (sin tocarlo) y simplemente sentir las irregularidades del
campo electromagnético. Por supuesto, existen diferentes grados de
pericia.
Una vez detectado el implante, éste se
puede eliminar. Pero antes el sujeto debería estar preparado para el
ascenso de la kundalini. Kundalini es originalmente un concepto
hindú que se podría definir como la energía primordial o fuerza
vital del ser humano, que se manifiesta en un patrón de forma
serpentina.
Existen muchos profesionales del tema y
abundante literatura, pero cada persona tiene que encontrar su
propio camino.
Hay que recordar que los implantes
físicos son minoritarios. Está claro que precisan de una
manipulación especial. Los implantes astrales y las técnicas de
control mental también pueden ser peliagudos, pero normalmente son
mucho más fáciles de solucionar por parte del profesional común.
Ninguna información contenida en este capítulo pretende ser un
tratado completo sobre cómo eliminar los implantes. Para ello se
precisaría un libro entero. Sólo pretende ser una guía general para
las personas que la necesiten.
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